La odontología estética o cosmética es una rama de la odontología centrada en solucionar problemas bucales para conseguir resultados estéticos. Dado que una buena imagen ayuda a mejorar la autoestima, estas intervenciones contribuyen al bienestar físico y emocional. Por lo general estos tratamientos son bastante rápidos, efectivos e indoloros. Igualmente, los efectos secundarios son prácticamente inexistentes.
¿Cuándo es recomendable solicitar el tratamiento?
Hay casos en los que el paciente ha sufrido un golpe que ha dañado la armonía bucal provocando fracturas dentarias que pueden llegar a impedir el correcto masticado. Por otro lado, unos malos hábitos alimenticios o el efecto del tabaco pueden desgastar el diente, afectando a su coloración, provocando caries y debilitando las encías. Existen también malformaciones como los diastemas interincisivos (excesiva separación entre los dientes anteriores) o problemas de simetría, con dientes inusualmente más largos o cortos. En definitiva, cualquier problema bucal que desemboque en un complejo estético es susceptible de requerir un tratamiento de odontología estética o cosmética.
¿A partir de qué edad es más habitual y por qué se lleva a cabo?
Generalmente no existe una edad concreta a partir de la cual la intervención resulte imprescindible, puesto que las malformaciones congénitas y los accidentes pueden darse a cualquier edad. No obstante, a partir de los 40 años es más probable que la encía se debilite y que se hayan padecido problemas que puedan haber dañado la dentadura. En estos casos la odontología estética se lleva a cabo para efectuar blanqueamientos dentales, corrección de asimetrías y reparación de fracturas. A partir de esta edad es también habitual la sustitución de piezas dentales por prótesis.